30 may 2018

ANCLAR EL TIEMPO - 2DO PREMIO EN EL CERTAMEN "PROF. OSCAR GRANDOV"


A continuación un fragmento del cuento "Anclar el tiempo", que obtuvo el segundo premio en el Certamen de Prosa y Poesía "Prof. Oscar Grandov" del Rotary Club de San Genaro
https://www.facebook.com/RicardoPlankEscritor/photos/a.976849865769246.1073741828.976806769106889/1749417388512486/?type=3&theater


 Añoro las colillas de los primeros cigarrillos, las cartas  que me escribió Graciela (mi primera novia), el folleto del camping de Carlos Paz dónde hicimos el amor, las entradas de las funciones del cine club, las reseñas de las películas que vimos, el fusil FAL y los borceguíes de mi servicio militar, el balde y la cuchara del primer trabajo de albañil. Alguno de esos ladrillos. Y los boletos de trenes y colectivos, las remeras, las ojotas, las medias de fútbol, aquellos calzoncillos de la adolescencia, las hojas de afeitar, las cajitas de los rollos de fotos. 
 
Todo aquello lo descuidé hasta que me di cuenta del secreto poderoso que atesoran las cosas: los objetos se relacionan con los hechos y permiten anclar el tiempo, como testigos. Fue después de que rompimos el noviazgo, a mediados de los ochenta. Me resultó muy duro no poder recuperar cada uno de los momentos que pasamos juntos. ¿Qué marca de zapatillas usé el día del primer beso?¿Qué perfume usaba cuando me dejó? ¿De qué color fue el primer preservativo? ¿Me llevó un chocolate con maní o marmolado, cuando me visitó en el cuartel? 
 
Entonces tomé la decisión que me permite evitar tantos sufrimientos, y desde ese día mi vida ya no tropieza con vacíos porque conservo todos los registros. Por eso es que me quedo con los comprobantes cuando compro algo, y también con los envoltorios, las etiquetas, las bolsas de nylon, los manuales, los papeles de la garantía, y con los recortes de telgopor que protegen los electrodomésticos (uno no puede anticipar cuál será el elemento que nos puede faltar). Todo bien clasificado, en pilas, en cajas y en carpetas, rotuladas y organizadas por años, temas y materiales (vidrio, papel, metales, plásticos, etc.).

 



17 may 2018

MI ABUELO DEMETRIO

Breve biografía de mi abuelo Demetrio Diaz Acuña, publicada en LagunaPaivaWeb.

De oficio, carpintero ferroviario y por vocación, poeta, periodista, escritor y artista, Demetrio Díaz Acuña nació en Vera en 1907 y falleció en Laguna Paiva en 1987.
Libertario desde siempre, en su juventud asimiló de la literatura de neto corte social los principios que, finalmente, dieron cimiento a sus ideales de igualdad, justicia y libertad que defendió toda su vida.

Periodista y político:
Creó el periódico La voz de Paiva que se editó en tres etapas. La última fue en la década del cincuenta. Los pocos ejemplares que se conservan contienen información de la época de suma importancia en el presente. Escribió artículos sobre la problemática de su pueblo, que se publicaron en diarios de la provincia.
Tomó parte activa de las grandes huelgas de aquellos años, a veces arengando a los obreros ferroviarios o peones de la construcción, animándolos a la lucha por sus derechos. La gente se reunía en la plaza para escuchar sus discursos y solía debatir con ardor en las asambleas de la Unión Ferroviaria. Escribió panfletos que, con su firma al pie, repartía en las distintas secciones del Taller de Vagones. Por estos sucesos fue detenido y apresado en varias oportunidades.
Con el advenimiento de Perón se entregó a su causa canalizando su experiencia de lucha en la organización de la nueva fuerza política: el peronismo. Fue presidente del partido a nivel local.
Algún tiempo después, desilusionado, se alejó definitivamente de la política con verdadera amargura.


Escritor y Artista
Muy jovencito, en 1927, presidió la comparsa Los Piratas, de cien integrantes, cuya marcha fue escrita por Demetrio con música de Jorge Cándido.
Formó su propia compañía teatral, dirigiendo y también actuando.
La obra que más satisfacción le dio fue “La Luna Escarlata”, de su autoría. Está escrita en versos y es un sencillo pero apasionado poema de amor, pero sobre todo, es una protesta contra las guerras. Además de Laguna Paiva, fue representada en localidades vecinas.
Con Ángel Riquelme Atienza puso en escena la obra “Ushuaia” que alude a la terrible cárcel de aquel lugar al que eran confinados los presos políticos.
Conmovido por los sucesos acaecidos en Paiva en la jornada del 11 de noviembre durante la huelga de 1961, escribió la poesía “Paiva la heroica”, el mismo día de los hechos.
Es autor de la “Marcha de los ferroviarios”, con música de José Castellá.
Su familia guarda los manuscritos que nunca fueron publicados de algunas novelas: “Rosa amarilla”, “Tus lágrimas son un sueño”, “Latigazos” y otras. Esta última se basa en la trata de blancas; muchachas que traían engañadas de Europa para hacerlas trabajar en los prostíbulos.
Es autor de numerosas poesías, algunas de las cuales llevan la música de René Cochia, entre otras, La Reina del Paraná.
Por último, desafiando a todos los dioses del arte, hizo una película. Fue su propio productor y director. Tomó el guión de su novela “Te voy a esperar”. Se estrenó en Laguna Paiva en 1958, con el reconocimiento masivo de todo su pueblo.
Sentado en su silla de ruedas al final de su vida y en la intimidad de la familia, con los dedos endurecidos por la parálisis, aún escribía respondiendo a su inspiración de poeta.
Romántico, lírico y libre hasta la muerte.
Elena Díaz

8 may 2018

Don Noce


Don Noce es un jubilado que tiene su ranchito cerca del barrio obrero de Laguna Paiva, buen levitador, bastante ágil a pesar de su edad (es difícil calcularlo, pero nadie duda de que el viejo ya es centenario). Soltero y cascarrabias, muchos lo tildan de lunático, a lo que él contribuye con su aspecto estrafalario: lleva una barba blanca de años y una colita de canas trenzadas que le brota en la nuca, desde donde termina la pelada. Aún viste el último mameluco que le proveyeron a fines de los setenta en el taller ferroviario (donde fue oficial carpintero), hay que decir que bastante rotoso y mugriento.

En la zona del puerto viene armando desde hace casi dos décadas una canoa inmensa, de  unos 120 metros o más de eslora. Todo trabajo a pulmón, en solitario, con madera de pino Elliotis. Un día de viento norte muy fuerte levitó tan alto que se perdió de vista entre las nubes, y apareció recién a la semana,  apenas Sturzenegger anunciaba lo del megacanje. Cuando aterrizó en el balneario, repetía como afiebrado:  "esto se va todo al carajo, hay que hacer algo". El día que Cavallo decretó el corralito, el viejo ya estaba armando la quilla.

Los paiveros que solían pasear los domingos por el puerto, veían asombrados como don Noce seguía incansable con su trabajo inútil. En el 2010 vinieron unos muchachos del canal Encuentro, con la intención de filmar un documental para la serie “Los locos nuestros”, pero no tuvieron éxito, porque Don Noce siempre se ha negado a hacer declaraciones a la prensa.  

A mediados de marzo dio la impresión de que Don Noce terminó de calafatear y pintar la embarcación, y desde entonces se dedicó al acopio de las mercaderías que le acercan los muchachos del Supermercado Apolo 11 y, curiosamente, también de la forrajería “El chancho rengo”.


Primero llegaron los flamencos a la laguna, y después fueron apareciendo  loros, cacatúas,  monos, carpinchos, yacarés, ornitorrincos, osos polares, pingüinos, rinocerontes, dragones de Komodo y demonios de Tasmania. La gente murmura y consulta a las curanderas. El cura  aconseja no atender a los misioneros brasileros ni a los norteamericanos que recorren los barrios de a pares. El ministerio de Seguridad de la Nación anuncia un aumento de los patrullajes de la prefectura cuando pase el mal tiempo.

Desde hace dos semanas que no deja de llover, y continúan apareciendo animales extraños en el camino que lleva al puerto.  Los meteorólogos hablan de un nuevo  fenómeno climático, al que han bautizado como el de “Los Niños Quintillizos”. Ayer por la tarde llegó desde San Nicolás una combi con un contingente de veinteañeras muy agraciadas (tres rubias, cuatro morochitas, una colorada, dos gorditas muy simpáticas, cinco asiáticas, en total unas diecisiete), que se dirigieron  directamente al muelle, donde se embarcaron, dicharacheras, con Don Noce, cantando y bailando una cumbia de Los Palmeras (La suavecita). Se lo vió contento al viejo, afeitado y con uniforme de almirante, cuando soltó amarras.

Zarparon con rumbo desconocido. Una hora más tarde, la municipalidad decretó el estado de alerta y puso en marcha el plan de contingencia.

#36 del Catálogo Permanente de Artistas #CohenArtSantaFe.

El 6 de diciembre de 2020 me incluyeron en el catálogo COHEN de artistas santafesinos. Me tocó el número 36 .   Para ellos escribí lo que s...

Populares